Es un Contrato Mercantil por el que Cat Financial, por orden del cliente, compra en nombre propio determinados equipos con el fin de alquilárselos al cliente para que éste los utilice por un tiempo determinado.
Desea afrontar el mínimo pago posible y estima que, generalmente, devolverá el equipo a Cat Financial, una vez finalizado el contrato, para acceder a uno nuevo.
No es un contrato financiero puro. No permite prefijar una opción de compra.